¿Quién podría no enternecerse con estas pequeñas? Nos es imposible imaginarlo, ¿verdad?
Por lo visto y aunque parezca mentira... mucha gente.
Estas tres pequeñas fueron arrojadas a un contenedor dentro de bolsas de plástico en pleno verano con todos sus hermanos minutos después de nacer, ya que cuando llegaron a nuestras manos, aún iban mojadas por la placenta.
Sólo ellas sobrevivieron.
Sólo ellas sobrevivieron.
Llegaron algo deshidratadas, algo que alimentándose, se solucionó. Nos preocupaba más el hecho de que la falta de oxígeno les hubiera provocado cualquier daño pero también quedó descartado.
Las hemos estado alimentando y cuidando seis semanas hasta ver que estaban listas para darse en adopción, ya tienen familias esperándolas y en unos días, se marcharán.
Las primeras semanas fueron muy duras, los cachorritos son muy delicados y más aún cuando no han mamado nunca de su madre, carecen de las defensas necesarias que la leche les aporta para poder afrontar el mundo. Esto les provocó continuas diarreas y dermatitis y tuvieron que llevar medicación siendo tan pequeñitas.
Las tres son unas luchadoras y lo superaron todo de una forma admirable.
Ahora ya están preparadas para su nueva vida y haciendo justicia por sus hermanitos que no tuvieron la misma suerte que ellas.