Lola fue traída al albergue en febrero del 2013, es decir, hace año y medio.
La dejó su dueño, un señor mayor quien entre lágrimas tuvo que marcharse sin ella pues ingresaba en un hospital por enfermedad sin saber cuándo volvería a salir y su familia no había querido hacerse cargo de su gatita. Prometió volver a por ella algún día pero realmente no sabíamos si le volveríamos a ver.
La dejó su dueño, un señor mayor quien entre lágrimas tuvo que marcharse sin ella pues ingresaba en un hospital por enfermedad sin saber cuándo volvería a salir y su familia no había querido hacerse cargo de su gatita. Prometió volver a por ella algún día pero realmente no sabíamos si le volveríamos a ver.
Aquel fue uno de esos momentos donde la rabia e impotencia hacen mella en nosotros.
Lola estuvo muy deprimida y nos temimos lo peor durante varias semanas. Poco a poco empezó a levantar cabeza y a ganar fuerzas pero el albergue la aterrorizaba.
Con mucha paciencia a lo largo de los meses, conseguimos que se empezase a relajar y a no asustarse de nosotros ni de la presencia de tantos nuevos compañeros. Aunque al principio no se dejaba tocar, nunca se iba muy lejos, ella añoraba el contacto humano y era ella quien no nos perdía de vista a nosotros.
Con mucho cariño y premios acabó por ser ella misma, una maravilla de gatita, dulce y cariñosa, que pedía afecto y comida cada vez que se topaba con nosotros.
Se acabó "instalando" en recepción, se negaba a alejarse de las personas así que le hicimos un pequeño rinconcito dentro de la recepción, en su estantería preferida, donde se solía poner para poder estar a nuestra altura y vigilarlo todo. Ahí tenía su camita que todos los demás gatos respetaban y sólo usaba ella.
Así se ganó apodos como el de "Reinona" porque se había hecho la reina de los gatos y también "Marquesa" en honor a nuestro veteranísimo Marqués, un gato que vivió en la protectora 10 años y que se escapó dos veces de su nueva casa al principio para volver al albergue.
Su dueño llamaba de vez en cuando preguntando por su querida gatita y diciendo que no se olvidaba de ella... hasta que finalmente pasaron meses y meses y no supimos más de él. Supusimos que quizás su enfermedad lo había vencido... hasta que hace tan sólo unos días, recibimos una llamada suya diciendo que en breve volvía a por ella.
Así ha sido.
Éste ha sido el emotivo reencuentro de estos dos supervivientes que sin duda estamos convencidos, se han dado fuerza el uno al otro para volver a reunirse.
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