Hace una semana recibimos una llamada de una persona que encontró a una perrita anciana ciega, sorda, que casi no podía moverse, aparentemente perdida y la recogió.
La ancianita ha estado con nosotros estos días aislada y lo más tranquila posible, donde le hemos estado dando de comer poquito a poco y sacando a pasear con paciencia, pues le cuesta mucho hacerlo todo.
Hoy nos hemos llevado una grata sorpresa, y es que ha aparecido su familia.
Esta abuelita tiene ni más ni menos que 17 años y sus dueños la daban ya por perdida para siempre. No sabían de nuestra existencia y cuando conocidos les pusieron al tanto, decidieron acudir para preguntar si nos hubiese llegado a nosotros, sólo para confirmar si la habíamos llegado a ver convida, pues un animalito con una salud tan delicada es difícil que sobreviva perdido.
Por la descripción que nos han dado ha sido fácil reconocerla y se han quedado muy impactados cuando hemos sacado a la pequeñita. No han podido contener las lágrimas de emoción y nosotros tampoco.
¡Felicidades!
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