Lucas - Bélgica te ama

Lucas llegó al albergue con 8 meses y pasó el año nuevo con nosotros... pero el 2015 le deparaba un gran cambio, y es que, su nueva vida estaba aún por llegar.

Su familia, mitad alicantina, mitad belga, estaba de visita por vacaciones y llevaban tiempo con la intención de darle un compañero a su otra perrita, Maani. Nos sorprendió que nos contasen que no habían encontrado animales para adoptar en Bélgica y por eso habían decidido adoptar al venir a España, ¡ojalá eso suceda aquí algún día!

Su familia no venía con una idea concreta del tipo de perrito que querían, únicamente buscaban a un animalito cariñoso y sociable, les daba igual el tamaño, el sexo, el color, el pelo... ¡es difícil encontrar familias como ésta!

Finalmente, el afortunado resultó ser Lucas y justo al día siguiente, viajó rumbo a su nuevo hogar.

Nos envían fotos de Lucas correteando por la nieve con su compañera Maani, ya ha sido castrado y disfruta de la vida como tanto nos gusta, esa vida que desearíamos que lograsen alcanzar todos.

Nika y Otto - Perros Potencialmente Pelotas

Nika (nuestra Sandi), entró en la protectora en enero del 2014 tras se abandonada atada a la puerta, desnutrida y a punto de parir y lamentablemente, sus bebés no nacieron bien, no pudimos salvarlos.
Después de todo el conjunto de emociones vividas y cambios los primeros días, Sandi comenzó a remontar llevando un tratamiento para recuperarse de  su estado y pasó con nosotros cinco meses... hasta que un día, se hizo la magia; una familia conoció su caso a través de la web y decidió adoptarla. 

Hemos ido a visitar a Nika a su casa y no puede haber tenido más suerte. 

Tan encantados estaban sus dueños con ella (el primer perro que tenían de estas características), que decidieron adoptar otro a los pocos meses, dando la casualidad de que a nos había entrado uno desde la calle varias semanas antes y al que llamábamos Rocker (ahora Otto).

No se lo pensaron dos veces y acudieron dispuestos a adoptarlo, además estaba ya castrado y era, seguro, el compañero ideal para Nika. Nada más verse y sacarlo de la jaula, acudió a ellos repartiendo lametones, dándoles la pata, cautivándolos...
Otto además es positivo en leishmania y a ellos les ha dado igual siempre tener que tratarlo y lo recuperaron hasta que estuvo estupendo.

Desde su casa nos envían fotos y vídeos de vez en cuando estando en el patio jugando o de sus salidas diarias por el campo.

Nos cuentan que son compañeros inseparables, muy cariñosos, nobles y muy especiales.
A nosotros no nos cabe ninguna duda... ¡ya lo sabíamos!

Rayo - La amistad no entiende de especies

El 15 de octubre, Rayo fue adoptado por una familia de Madrid.

Este bebote rollizo al que daban tantas ganas de achuchar, sigue creciendo y nos mandan fotos desde la capital para que veamos no sólo lo guapo que está, sino también la piña que forma con dos de sus dueños, los más jóvenes de la familia.

Nos encanta ver familias tan unidas y a las nuevas generaciones siendo inculcadas de una manera tan bonita en el respeto animal.

Floki - Doble alegría

Floki fue adoptado este verano de cachorrín tras haber fallecido otra perrita de la familia y estar muy triste la que quedó sola.

Según nos cuentan, Floki le ha devuelto la alegría con toda su energía desbordante ¡porque es un trasto imparable! Sin embargo, es muy bueno y obediente y todos están muy contentos de tenerlo en casa.

En breve nos hará una visita y esperamos poder achuchar a este simpático torbellino.

Kenzo - El rey sin corona

Cada vez que una familia nos envía una foto de su animal o animales adoptados en su nueva vida, a nosotros nos supone una inyección de energía, pero si además las fotos son como éstas, disfrutando a tope del sofá, playa, jardín o juguetes, se nos cae la baba.

Kenzo, como así le han llamado, nos han dicho que es el rey de la casa y nosotros lo corroboramos, ¡un auténtico rey sin corona!
Así nos gusta que sea la vida de todos, que acaben siendo los protagonistas, los que aporten color a la vida de las familias que deciden adoptarlos.

Por esto luchamos diariamente, cada hora, cada minuto, por conseguir que el mayor número de animaletes sin hogar posibles, acabe con un final feliz como mínimo, de este calibre.