
Esta viejita cariñosa y jovial llegó hace poquito más de un mes de la calle.
Nadie la reclamó nunca. Cuando algo así sucede, nunca sabemos si se trata de una pérdida o de un claro abandono.
A los días de llegar le cortamos un poco el pelo y le pusimos nombre para empezar a difundirla. Quedó preciosa, casi irreconocible, ya que tenía el pelo alborotado.
Nuestra pequeña Alina sale hoy adoptada.
¡La vamos a echar mucho de menos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario