
Qué pequeñito.
Qué frágil.
Aún no puede abrir los ojos.
Aún tiene el cordón umbilical.
¿Qué tiempo puede tener? ¿Un día? Quizá dos con suerte.
¿Cómo habrá llegado al albergue? ¿Lo habrían encontrado y dejado en la puerta al estar cerrada debido al horario? ¿O quizá es otro más de una camada no deseada?
La única verdad es que Marley estaba en una caja a metro y medio de la entrada del aparcamiento del albergue (no de la puerta de acceso a la protectora).
¿Cuánto tiempo llevaría ahí?
Si hubiese sido invierno, probablemente ya estaría muerto, dado a que necesitan una fuente de calor porque no generan y ahora, en verano, ha tenido suerte de no sufrir un golpe de calor debido a las altas temperaturas.
Así nos hemos encontrado a Marley, en una caja en medio del camino, fuera del aparcamiento y con la carretera al lado, si la caja se hubiera cerrado o volcado, cualquiera que pasa por la zona podría no haberse dado cuenta de que el gatito estaba ahí dentro y podría haber sido aplastado por un coche o bien tirado al contenedor de la basura que hay unos metros más atrás.
Nuestros voluntarios estuvieron toda la tarde atendiéndolo en el albergue hasta la hora de irse, momento en el que Marley se marchó con una de nuestras chicas para seguir luchando en casa.
Sabemos lo complicado que es sacar lactantes adelante, aún más cuando no cuentan con la protección natural de la leche de su madre. Pero lo vamos a conseguir como con tantos otros casos.
¡Mucha fuerza para el pequeño Marley!
Sabemos lo complicado que es sacar lactantes adelante, aún más cuando no cuentan con la protección natural de la leche de su madre. Pero lo vamos a conseguir como con tantos otros casos.
¡Mucha fuerza para el pequeño Marley!
No hay comentarios:
Publicar un comentario