Lúa es una shih tzu que llegó al albergue fruto de numerosos caprichos a pesar de su corta edad. Había pasado de mano en mano hasta acabar abandonada posiblemente por padecer displasia folicular, lo que por genética hace que no le salga pelo en las partes negras de la piel. Eso ocasionó que de cara a la gente no fuese tan "guapa" como se esperaba de ella y además, sufría piometra debido a un posible aborto, por lo que pudimos suponer que la han intentado usar para criar.
Lo pasó muy mal en la protectora, ya que sólo necesitaba y deseaba mimos y los nervios la iban consumiendo.
Gracias a los voluntarios se le pudo operar de urgencia en una clínica, descartando la leishmania, entre otros, que pensábamos tenía en un principio. La infección estaba controlada gracias a los tratos recibidos por los veterinarios de la protectora, así que Lúa estaba lista para entrar en quirófano sin riesgos.
Ahora vive feliz con su familia y hermanitos de cuatro patas.
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