El Albergue de Animales de Alicante acoge a los animales que desgraciadamente ya han sido abandonados, que se han retirado a sus dueños por ser maltratados o se han perdido. Aunque sabemos que un albergue no es el lugar ideal para ellos, sí es el último hogar para muchos que son abandonados.
Tú también puedes ayudarles. Hazte voluntario. Podrás pasear con ellos, ayudar en la limpieza, darles de comer o simplemente jugar con ellos y darles un poco de ese cariño que tanto necesitan. A veces, la diferencia entre dar o no dar una caricia es que ese pequeño tenga esperanza un día más y logre su segunda oportunidad.

viernes, 21 de febrero de 2014

Concentración contra el maltrato a los perros de caza


No es lo mismo perro de casa que de caza…
El de casa, cace o no cace, sea bretón, pointer, braco, podenco, galgo o mil cruces, es querido de la mañana a la noche.
Algunos de caza también son queridos cuando cazan pero, regalados o abandonados, cuando no cazan.

El de casa posee como cama un almohadón o camastro y, como comida, un cuenco de pienso, algún capricho que otro y por supuesto, agua limpia a disposición.
Algunos de caza poseen como cama un bidón vacío o una caseta maltrecha… Y, para comer, pan duro o sobras y algo de agua verde.

El de casa disfruta de salidas continuas si vive en jardín adosado, chalet, campo… o paseos de mañana, tarde y noche, si su vida transcurre en un piso.
Algunos de caza vive atados al deseo de su dueño. Entre semana, una cadena les mantiene pegado a una anilla de hierro oxidada. Disponen de un metro cuadrado como todo territorio… Y, sólo cuando el fin de semana abre la temporada, carreras tras la presa por el campo.

El de casa visita al veterinario regularmente, tanto para prevenir como para curar.
Algunos de caza, salvo vacunaciones legales, nunca pisan la consulta.

Si es hembra, la de casa pare una o ninguna vez en toda su vida.
Algunas de caza paren una y otra vez durante toda su vida.

El de casa, a base de lametazos y alegría, recibe siempre a sus dueños. Se derrite cuando les presiente. Lloriquea y ladra oyendo sus pasos que se acercan.
Los de caza también lo hacen pero, al final, algunos se inhiben con miedo a que les peguen.


El de casa es una perro normal… y el de caza también.

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Concentración por el derecho de los perros de caza con el motivo del fin de la temporada. Muchos corren terribles destinos cuando “ya no sirven” o termina esta época del año, como la famosa forma eliminarlos, que es el ahorcamiento. 
Estos animales no suelen tener más de 4 años cuando los cazadores deciden que ya no trabajarán más, siendo esa a veces su última función en la vida.

Nos reuniremos en un acto pacífico de protesta el miércoles 26 de febrero a las 20:00 en la Plaza de la Montañeta de Alicante.
Estáis todos invitados a acudir con vuestros peludos.

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