Nos traía locos a todos, este pequeño perrete con aspecto de ovejita, se las ingeniaba para escaparse de las zonas de paseo sólo para ir con nosotros y acompañarnos en las demás tareas, únicamente quería compañía mientras derrochaba su habitual alegría.
Aunque nos da pena despedirnos de ellos, no deja de ser una alegría insuperable el ver que por fin hay quien se fija en ellos.
¡Felicidades, Calde!
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