Bingo pasó en la protectora cerca de tres meses.
Muchas familias se interesaban por él, un shih tzu, un perrito de raza, pequeñito, peludete y simpático... pero cumplió los 7 años en el albergue, no era demasiado joven, algo que echaba para atrás a muchos y aunque es una dulzura, no le gusta que lo cojan y en lugar de respetar eso, la gente prefería dejarlo en la jaula.
Finalmente, un día nos llegó un email desde Madrid de una familia encantadora que ya había tenido un perrito igual y con su mismo carácter y no les importaba nada más que su dulzura, además les recodaba a su otro peque.
Bingo ahora vive en Madrid con otra "hermanita" y muy feliz con su familia.
¡Es el señorito de la casa!
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