Candy fue adoptada con poco más de 4 meses en la protectora en invierno del 2010.
Por aquel entonces era una cachorrita inquieta, con muchísima energía, que corría sin parar por toda la zona de paseo y que traía locos a los voluntarios.
Siendo la más pequeñita de la jaula, era la más guerrera.
Fue adoptada a las semanas de llegar por una antigua colaboradora de la protectora y todos los años las vemos cuando acuden a hacer alguna donación y por supuesto, estas fechas no son una excepción, con las navidades al caer.
¡Gracias como cada vez, chicas!
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