Algo tienen muchos de ellos, algo especial, ya que nada más verlos, solemos intuir que su familia los está buscando desesperadamente, quizá sea su mirada, sus ojos... hacen saber que desean volver a su hogar y que hay quien está sufriendo por su pérdida. Es algo que corroboramos cuando a través del chip damos con su familia o cuando no lo tiene, es la familia quien viene al albergue y da con su amigo perdido. Las reacciones, a veces risas, a veces lágrimas, abrazos, besos, hay quien grita de emoción, hay quien se queda sin palabras... cada uno reacciona de una manera diferente y a la vez, de igual manera, ya que lo que sienten es lo mismo.
Este es el momento en el que un chico ha encontrado hoy a su querido chow-chow.
¡Si esto no es amor, que alguien nos lo explique!
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